T3 Fraude Científico
El
caso que describo no es reconocido a nivel mundial ni ha tenido la
trascendencia que se esperara que tuviera, ya que afecta varios ámbitos de la
sociedad. Esto sucedió con una científica que durante su tesis doctoral trabajó
la taxonomía y sistemática de ganoderma (hongo). Al realizar revisiones y pruebas
con diferentes especies de diversos continentes, según la científica vio el
potencial que tenía. Posteriormente, según cuenta, quiso saber cómo emplear
esos componentes bioactivos y la respuesta inmunológica.
Entonces,
observó que los componentes naturales estaban distribuidos en el organismo y por
esta razón la biodisponibilidad que se requiere para un efecto en concreto no
era suficiente. Según la investigadora, la única manera de probarlo era trabajarlo
directamente en los pacientes. Entonces, le surgieron ciertas inquietudes a
nivel ético sobre todo el proceso de investigación en seres humanos. Pero observó
que en Asia se empleaba desde hace años, lo cual hizo que sus inquietudes éticas
desaparecieran y tuviera un aval para llevar su estudio a cabo.
Cuenta
que su primer paciente la buscó, le informó que tenía cáncer y ella comunicó
que no había nada probado y otra información científica. A pesar de esto, el
paciente accedió. Diseñó una bebida que fue la que proporcionó al paciente y después
de tres meses este le notificó que ya no tenía cáncer. Empezó a trabajar con
más pacientes, teniendo en cuenta sus análisis bioquímicos. Diferentes tipos de
cáncer y estadíos fueron tratados con su bebida (sin suprimir quimio o
radioterapia) y con resolución de la enfermedad oncológica en 13 pacientes
según la científica. Sin embargo, confirma no saber cuál es el metabolito que
actuar contra el cáncer. No hay un aislamiento de la molécula, puesto que lleva
más tiempo y son más costosos.
Al
preguntarle por la falta de estudios y publicaciones sobre el tema, afirmó que
no lo hizo como acto de rebeldía frente al sistema. Ella afirma tener todas las
bases y evidencias para patentar su medicamento, pero no lo hace porque no seguirá
los pasos del proceso científico.
Además
de esto se encontraron otras irregularidades en su Curriculum vitae que no tenia
capacidad de verificar. Con este problema de fraude, mala praxis y fallas éticas
no paso nada. Ella siguió con su cargo y con su empresa en donde creo que aún
comercializa este y otros productos. El desconocimiento de la normativa
internacional de ensayos clínicos, el no reconocimiento del consentimiento informado
(autonomía) y motivada según relata por contribuir rápidamente a la comunidad la
llevó a evadir todo el proceso, amparada en un proceso ancestral. Si su
objetivo hubiese sido el de contribuir a las personas, y ya que cuenta con toda
la información teórica necesaria, debió hacerlo con todo el rigor y hacer
ensayos y publicaciones. Tampoco creo que haya un interés de reconocimiento
ancestral porque en ninguna parte de su entrevista se evidencia el
acompañamiento o dirección de algún líder o comunidad, así como el tratamiento
al producto como tal.
Además,
ella refiere los resultados positivos de su terapia, pero no hay marcadores que
indiquen que fue esa bebida la que generó la mejoría del paciente, porque según
cuenta las quimioterapias y demás tratamientos nunca fueron suspendidos. La instauración
de pseudoterapias que tienen un efecto placebo en el organismo pero que generan
altas expectativas y fascinaciones en las personas es un arma peligrosa en el
manejo de las enfermedades y la importancia de procesos médicos y de
profesionales de salud.
Hay
otro punto que tengo en cuenta y es que los sujetos de estudio son personas en situación
o riesgo de vulnerabilidad y exclusión, puesto que viven en una zona con
diversos problemas sociales, económicos, salud y de justicia social. Considero
que esta fue una variable que ella valoró, pues nadie le iba a reclamar por
mala praxis, engaño o estafa.
Quiero
manifestar que estoy a favor de darle valor y reconocer los beneficios de la
medicina ancestral, pero siempre y cuando se haga con rigor, basándose en los
procesos científicos establecidos, contando con revisiones de pares, ensayo
tras ensayo para no dar falsas esperanzas y generar expectativas en un grupo
poblacional tan importante como son las personas en situación de enfermedad oncológica.
Sin contar el personal de científicos que han trabajado durante años buscando moléculas,
creando medicamentos y terapias para curar el cáncer o prolongar la vida del
paciente y generar bienestar para él y su familia.
Como
se puede apreciar en este caso, se observan las diferentes situaciones y
elementos que convierten una investigación o proceso científico en fraude.
Sin duda es un caso de fraude flagrante. No sé porqué no has dado el nombre o alguna característic que lo haga identificable. En todo caso, alrededor de curaciones del cancer hay tal cantidad de pseudoterapias, relatos de curaciones milagrosas y engaños en general que se pueden llenar enciclopedias. Supongo que es la cara B de la misma esencia humana capaz de hacer tratamientos efectivos y mejorar enormemente (de verdad) la superviviencia a esa enfermedad.
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